Es muy habitual que las personas, no sólo los políticos, sino los ciudadanos en general, luego de participar en una campaña electoral y resultar triunfadores, desarrollen un síndrome curioso: ¡todos quieren ser presidentes! Se trata de una ilusión psicológica que el cerebro desarrolla porque está saturado de dopamina, pero al mismo tiempo es una idea colectiva que les pasa a muchos por la cabeza. Aun cuando ni siquiera carrera política tienen, o cuando hayan militado de una forma constante en un partido político. Digamos que están bombardeados por el éxtasis de poder ser ellos o ellas quienes asuman ese cargo tan ambicionado. No obstante, lo más curioso es que no han tomado posesión de sus cargos, no han demostrado que saben hacer su tarea, tampoco han interactuado con el día a día de la gestión pública, y ya se encuentran disputando quién será el próximo. ¡Demasiado pronto!
En tres años suceden muchas cosas, hay un desgaste de las figuras que deambulan por la presidencia municipal, se crean decepciones muy prontamente, hay inutilidades tremendas, que para la contienda han marchitado a los personajes que hoy están alzando la mano. También sucede que se ven en ese puesto no por la necesidad de interactuar o resolverle los problemas al pueblo, se ven porque hacen cuentas monetarias, pero cada vez es más difícil ser un buen presidente municipal.
Se están alzando las manos, se están creando conspiraciones, se debaten entre ellos y ellas las posiciones y en la cola queda el votante. Sería interesante que el pueblo pudiera contrastar esos intereses ambiciosos, y que los equipos que están por entrar este 1 de octubre dieran una muestra significativa de lo que saben hacer. Porque para decir lo que “quiero hacer” o “lo que imagino que voy hacer”, están los días de campaña electoral. La realidad es mucho más grande que ese discurso emocional que le habla al votante. Cuando le digan que no hay presupuesto, cuando no le abran las puertas de su hogar, cuando le exprese ¡déjame lo checo y te aviso!, ahora sí veamos de qué tipo de madera están hechos. Entonces podrán alzar la mano y sentir que pueden ser los presidentes municipales del futuro…
Añadir Comentario