El prelado manifiesta “preocupación” y “profunda tristeza” por la profanación que se registró -hace tres días- en el templo de La Soledad
MESA DE REDACCIÓN
A tres días de ocurrido el sacrilegio en el templo de La Soledad, ubicado a un costado de la parroquia de Cadereyta de Montes, el obispo de la Diócesis de Querétaro, Fidencio López Plaza, reprueba el hecho, por lo que manifiesta su “preocupación” y “profunda tristeza”.
Advierte que este tipo de “conductas reprobables” están siendo frecuentes en la diócesis a su cargo.
“Con preocupación y profunda tristeza, debo de comunicar y denunciar públicamente que, en la tarde del pasado sábado 22 de febrero, en la parroquia de San Pedro y San Pablo, Cadereyta de Montes, Qro., en el templo de La Soledad, ha sido profanado y se ha sustraído el copón que contenía el Santísimo Sacramento.
“Por desgracia este tipo de conductas reprobables se están siendo frecuentes en nuestra diócesis. Esto es un reflejo de una sociedad cada vez más secularizada y de la profunda descomposición del orden social en nuestro país.
“Se trata de actos sacrílegos contra el mayor tesoro que tenemos los católicos: la Santísima Eucaristía. Este nuevo acto lastima nuestra sensibilidad religiosa; por ello pido al señor cura de esa comunidad que en comunión con el consejo de pastoral organice la celebración de actos de desagravio y reparación, ya sea con la celebración de la eucaristía o con la exposición prolongada del Santísimo Sacramento con turnos de adoración por parte de los fieles.
“No olvidemos que Dios es quien dirige la historia y estoy seguro de que detrás de estos acontecimientos se esconde una llamada a la conversión en cada uno de nosotros. Hagamos de este agravio una oportunidad de desagravio. Que esta ofensa sea ocasión para suscitar y manifestar nuestro amor hacia Jesucristo, y para renovar nuestra fe y devoción a la Sagrada Eucaristía fuente y cumbre de la vida cristiana, que brote en nuestras comunidades el deseo de evangelizar.
“A los responsables de velar por la seguridad y cuidado del Sagrario en las iglesias, templos y oratorios, les pido redoblar su esfuerzo por el cuidado y vigilancia del Santísimo Sacramento, teniendo en cuenta lo que dispone el canon 938 del Código de Derecho Canónico, con el fin de evitar actos como este”, expone -a través de una circular- el prelado.
