¿Qué es el indulto y cómo se otorga?
Las corridas de toros son una de las tradiciones más populares en España y varios países de Hispanoamérica; pero también una de las más cuestionadas y rechazadas por el “sufrimiento” a los ojos de algunas personas que antropomorfizan la situación por la que pasan los toros durante la lidia, sin comprender que esa es la razón por la que ha subsistido a través de los siglos y que en la mayoría de casos termina en su muerte.
No obstante, existe una figura que puede cambiar su destino y es la base de la selección genética para mantener la bravura, fiereza, rusticidad, resistencia y acometividad que deben estar equilibradas en el toro bravo. La excepción a esta regla es el indulto.
La práctica de indultar o perdonar la vida de un toro, está ligada históricamente a su sistema de crianza y la búsqueda por parte de los ganaderos de la simiente de bravura. Así, el indulto ha formado parte de la selección del ganado bovino de lidia y de la tienta desde sus orígenes.
Comprobar la bravura es una práctica común en las actividades zootécnicas de las dehesas; es una prueba original con un nombre expresivo: la tienta. […] Es una prueba necesaria, el ganadero necesita comprobar si su ganado es bravo, si acusa la bravura, ya que ésta representa el principal aprovechamiento del animal.
La costumbre de indultar toros dentro de la celebración de un espectáculo taurino en una plaza de toros, se remonta al siglo XIX. Se trata de un momento histórico en el que no existía una reglamentación taurina unificada, sino que cada plaza disponía de su normativa particular.
Las facultades concedidas a la presidencia o al juez del festejo taurino, como la persona capaz de interpretar las voluntades del público y regular el normal desarrollo del espectáculo, favoreció en las plazas de toros como Sevilla, Cádiz o Pamplona, el que algunos toros fueran indultados tras haber visto su bravura durante el tercio de varas. Basta recordar el caso de “Chocolatero”, toro de la ganadería de Zalduendo, que tras haber tomado 22 varas y haber matado a 10 caballos le fue perdonada la vida.
La reglamentación taurina apareció en España en 1962, sin embargo dentro de estas disposiciones legales no está contemplado en ningún artículo la figura jurídica del indulto.

No obstante, desde los años 50, algunas plazas consiguieron la potestad para proceder a indultar toros en ocasiones particulares, como en las conocidas “corridas de concurso”, en las que se lidian toros de distintas ganaderías para favorecer la participación de todo tipo de encastes dentro de un mismo festejo. El alcalde de Jerez de la Frontera, Álvaro Domecq, consiguió permiso de la Gobernación para que pueda efectuarse un indulto si se diera el caso en este tipo de festejos.
El indulto taurino en México fue creado en 1946, como reconocimiento a los toros que han cumplido con una serie de disposiciones durante su participación en el ruedo, sobreviviendo a los lances del lidiador.
La Plaza México dio su primer indulto en 1951, cinco años después de su creación, aunque por desgracia al final, el matador Luis Procuna estocó mortalmente al toro, desatendiendo las indicaciones del juez.
Para que se otorgue el indulto deben observarse una serie de hechos protagonizados por el animal y evaluados por el juez de plaza. En primer lugar, el toro debe demostrar su bravura y nobleza en toda la lidia. Debe mostrar fuerza, bravura y resistencia frente a los embates de los toreros. Además, debe demostrar un comportamiento sereno y noble destacando su nobleza, lo que significa que no puede mostrar signos de cobardía o huida en ninguno delos tercios.
Es importante valorar su comportamiento al ingresar en el ruedo, su postura y pelea en elcaballo, que no rasque la arena y no retrocedaante el torero, que humille en la embestida desde el embroque hasta que lo despiden de la suerte, y que busque la muleta sin desviarse, por mencionar algunos.
Sin embargo, muchas de las condiciones en las que llega un toro al finalizar la faena no son las óptimas y el matador prefiere sacrificarlo en el ruedo con honor. Por otro lado, la adrenalina, la ambición del triunfo y el éxtasis del momento hace que los toreros prácticamente no opten por la decisión de perdonar la estocada final. Aunque si el juez no lo percibe y no gira instrucciones al Inspector autoridad para que el burel sea lidiado en cuatro diferentes zonas del ruedo y termine su lidia en el centro del mismo, el torero puede solicitar el indulto si considera que ha tenido un rival digno.
Cuando el matador y el juez de plaza coinciden en el indulto, el toro es regresado a los chiqueros ubicados detrás de la barrera, se le curan las heridas y finalmente regresa a su ganadería. Ahí pasará el resto de sus días como semental, pues esta absolución también tiene como finalidad la preservación de los genes para producir nuevos toros de lidia con características semejantes y que quizá, logren emular el comportamiento del indultado.
Finalmente, el encargado de autorizar el indulto es el presidente o juez de plaza, quien dirige el espectáculo y garantiza su normal desarrollo, y debe de tomar también en cuenta los siguientes factores antes de tomar la decisión: que lo pida expresamente el diestro al que haya correspondido la res; que el público lo solicite mayoritariamente, y que el ganadero o mayoral de la ganadería expresen su conformidad.
De cumplirse con estas condiciones, la autoridad en España sacará el pañuelo naranja como señal de que se perdona la vida del burel, mientras que en México se utiliza un pañuelo blanco y se da un aviso con parches y metales. Acto seguido, el matador utiliza su mano en vez del estoque al tirarse a matar; en algunas plazas se premia al matador con un rabo y orejas simbólicas para reconocer su labor durante la lidia, ya que es un trabajo en conjunto entre toro y matador, para que se logre el indulto.

¿Qué pasa con el toro después del indulto?
Al final de la corrida, el toro indultado es regresado a los corrales donde se le curan sus heridas y finalmente se regresa a su ganadería, donde vivirá el resto de sus días convertido en semental para preservar sus genes con la reproducción.
¿Cuántos años vive un toro indultado? Un toro indultado puede llegar a vivir hasta 10 años más. Para ello, es importante que las heridas del animal sean bien atendidas. El tiempo de recuperación suele ser de un mes y medio, y dependerá del clima y del grado de castigo recibido. Es importante que esté tranquilo, bien alimentado y con suficiente agua. También es importante evitar la infección de las heridas mediante antibióticos, desinflamatorio y analgésicos, además de la limpieza de las lesiones en el cajón de curas.
Las Asociaciones de Criadores de Toros de Lidia,incluyen el indulto en los procesos de selección para la conservación de sus encastes. Además de la plaza de toros, el indulto también se lleva a cabo dentro de la propia ganadería durante “tienta”, que son las pruebas de selección que cada ganadero somete al ganado que es candidato a sementales o vacas de vientre.
Por el carácter privado de esta práctica, el indulto en estos casos no está regulado por la legislación, sino que responde a los usos, costumbres y manejo propio de cada hierro y el criterio muy personal del ganadero.
Los indultos que se hacen en la plaza de tientas de cada una de las ganaderías siempre resulta mucho más exigentes que el que se da en una plaza de toros, ya que el nivel de la selección es fundamental para el futuro de la bravura de la propia ganadería.
Muchas gracias

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