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Albero Taurino

Carlos Alberto Vega Pérez · Albero

Fenotipo racial del toro de lidia; características morfológicas
 
Definir el prototipo racial del toro de lidia tiene varias dificultades, ya que este tipo de ganado se ha seleccionado genéticamente hacia la bravura y la aptitud para la lidia, dejando como secundarios los aspectos morfológicos externos, aunque no son de menor importancia.
 
La Real Academia de la Lengua Española define una raza como: “Cada uno de los grupos en que se subdividen algunas especies biológicas y cuyos caracteres diferenciales se perpetúan por herencia”.
Pero también debemos aclarar la diferencia que hay entre casta o encaste en el toro de lidia.
 
Casta: es la suma de todas aquellas cualidades fenotípicas y genotípicas que definen a un toro de lidia y lo diferencian de otros. No solo hablamos de diferencias físicas, sino también diferencias en su comportamiento.
En cambio, cuando hablamos de encaste en el toro bravo, nos referimos al resultado del cruce entre ejemplares de cualidades diferentes, con el fin de mejorarlas, pero también mantener concretamente algunas en ciertos casos, conservando las características del grupo a que pertenece con cruzamientos cerrados por lo menos 5 generaciones… y a esto se le llama vigor híbrido.
 
El toro de lidia presenta un origen heterocigótico y los ganaderos seleccionan sus animales con base a su aptitud para la lidia en ambientes variados, conformando animales de diversas morfologías; por este motivo podemos encontrar toros que presentan características físicas, pelaje y cornamentas muy variadas. Es por eso que aseguro que debe ser reconsiderada su clasificación zoológica y reconocerlo como una subespecie bovina.

Características de abdomen, lomo y cuello en el toro de lidia.

El ganado de lidia no tiene un prototipo racial único para ser considerado una raza como los bovinos domésticos, el único denominador común de todos sus ejemplares de la cabaña brava es la acometividad. Por esta heterogeneidad, debería clasificarse zoológicamente como una subespecie bovina, precisamente porque podemos diferenciar entre ellos, grupos de toros denominados encastes.
 
Los animales pertenecientes a cada una de estos encastes presentan características físicas y de comportamiento comunes pero diferentes del resto de los encastes del toro bravo.

Tipos de cornamenta del toro de lidia.

Ahora bien… ¿qué es el fenotipo?
 
Según la Real Academia de la Lengua, es: “La manifestación extrema del conjunto de caracteres hereditarios controlados por los genes en los seres vivos y dentro de ciertos límites puede estar influida por los factores ambientales”.
 
El fenotipo es la conformación genética externa de un individuo y en el lenguaje taurino, fenotipo es sinónimo de trapío, belleza y proporciones armónicas. El trapío son los caracteres físicos que se aprecian a simple vista en el toro de lidia.

Partes externas del toro de lidia.

El fenotipo del toro bravo es el siguiente:
En la cabeza que generalmente debe ser pequeña, corta y ancha, fina y bien proporcionada con el cuerpo, con un perfil subcóncavo, recto o subconvexo dependiendo del encaste, se encuentran sus cuernos o pitones, en ocasiones malamente llamados astas. Los cuernos nacen en la clavija del hueso frontal de ambos lados, generalmente están bien desarrollados y en forma de gancho; el espacio entre ellos se denomina cuna.
 
La frente se le conoce como testuz, debe ser ancha y en ocasiones presenta pelo rizado. La cara normalmente es corta y ancha, con ojos vivaces, expresivos y de mirada fija; las orejas pequeñas y muy movibles, con abundante pelo en su interior. En la parte baja de la cara está el morro, que debe presentar ollares grandes y dilatados, además de un hocico amplio.

Características de la cabeza del toro de lidia.

El cuello une la cabeza al tronco y en él, debe resaltar el morrillo en la parte dorsal; debe ser grande, grueso y fuerte, que refleje poderío. En su parte ventral debe tener un pliegue amplio de piel llamado badana.

El cuello debe estar en proporción al cuerpo, ya que un cuello corto impide la movilidad del toro y se les dificulta humillar; contrariamente, un cuello largo, facilita que el toro tenga muy suelta la cabeza.
 
El tronco del cuerpo debe ser fuerte y poderoso, con un lomo horizontal o ligeramente inclinado de adelante hacia atrás, y una línea dorsal muy musculada. El tórax debe ser profundo, los costillares arqueados, que muestren la amplia capacidad respiratoria.
 
Los miembros anteriores deben ser cortos y bien aplomados, con carpos y tarsos muy definidos, ya que de ellos depende la agilidad y movilidad del toro, además del desempeño que muestre durante su lidia. El grado de verticalidad de la línea dorsal en relación con el brazuelo, marca su capacidad para empujar al embestir. El vientre, debe estar recogido, no colgante.
 
Su cadera y extremidades posteriores no son muy desarrolladas, pues su fortaleza se concentra en las extremidades anteriores, el cuello y el lomo; sin embargo, al ser la parte que sostiene y equilibra, también deben ser fuertes, así que la grupa debe ser recta y amplia, cuadrada y muy musculosa.
 
En la parte ventral y trasera del abdomen se encuentran los órganos reproductores del macho y la hembra. Cuando el toro llega a la edad adulta, los testículos se descuelgan, de manera que son perfectamente visibles y con la ranura que los separa en el escroto bien marcada; incluso cuelgan hasta el corvejón en un toro de 4 y medio a 5 años.
 
La cola debe tener una inserción ligeramente elevada, ya que es la prolongación del sacro; debe ser larga y fina, sobrepasando los corvejones, además de que la borla del rabo, debe estar muy poblada.

Caracteres generales del fenotipo del toro bravo.

Dentro de la descripción fenotípica también se incluye el color de su capa o pinta, y se admite cualquier color de “pelo”, desde el negro zaino, hasta el ensabanado, junto a todo tipo de particularidades. El 80 por ciento del toro bravo mexicano tiene capa negra, con mucosas, pezuñas y pitones también negros. La piel debe ser fuerte, elástica y de pelo fino y tupido.

Pintas y cornamenta del toro de lidia.

En el toro bravo el dimorfismo sexual está muy marcado, los machos presentan formas redondeadas y con mayor desarrollo muscular, mientras que las hembras tienen una conformación más descarnada y acorde al medio ambiente donde viven, con líneas más angulosas.

Macho y hembra de lidia.

En datos obtenidos de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia, el prototipo racial del macho es el siguiente:
Cabeza corta, con pelo abundante y rizoso en el testuz, morro ancho, y ollares dilatados. Cuernos en gancho y bien desarrollados, pero de tamaño, color y dirección diferentes. Los ojos pequeños, de expresión viva y mirada agresiva. Orejas pequeñas y muy móviles.
El cuello corto y potente, con papada discreta y morrillo prominente. El cuerpo recogido y armonioso, tronco cilíndrico, con costillares arqueados, línea dorso lumbar recta o ligeramente ensillada, lomos musculosos y vientre recogido.
La grupa corta y derribada, cola de inserción alta, larga y fina, con una borla de pelo grande; nalgas rectas o convexas, y extremidades finas y fuertes.
La altura a la cruz puede ser muy variable de unas ganaderías a otras, pudiendo señalar como altura promedio 1 m con 30 cm. El peso en promedio ronda en los machos adultos los 450 – 500 Kg. en función de la ganadería y el estado de carnes.

Toro de lidia en el potrero.

El prototipo racial en la hembra es:
Cabeza estrecha y alargada, con cuernos en gancho, muy desarrollados y finos. Los ojos expresivos y de mirada agresiva. El cuello descarnado plano y con poca papada.
Tronco poco armonioso, línea dorso lumbar recta o ligeramente ensillada, presentándose con frecuencia hundida en las vacas de mayor edad, lomos descarnados, pecho poco profundo, costillares arqueados y vientre abultado.
La grupa muy derribada con los huesos del íleon muy prominentes, nalgas rectas y cola larga y fina.
En el caso de la hembra la alzada promedio es de 1 m con 10 cm, también en función del encaste y la ganadería, oscilando el peso según estas mismas variables en torno a los 250 – 300 Kg.

Hembra de lidia con su cría.

Y para concluir, este es el toro que quisiéramos que regresara a las diferentes plazas de nuestro país y que todavía hay en el campo bravo mexicano.

Toro de lidia con trapío, edad y cornamenta.

Muchas gracias.

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