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Fiesta Brava

Carlos Alberto Vega • Albero

La puya y el polémico puyazo…, ¿será una suerte modificable para la permanencia de los festejos taurinos?

Los aficionados actuales, por más edad que tengamos, hemos visto “picar” los toros siempre hasta la cruceta, es la forma en que se ha realizado desde que se cambió el limoncillo como tope en las varas de los picadores en 1905; va a ser difícil aceptar otra forma de hacerlo, porque esto equivaldría a reconocer que hemos vivido equivocados éstos 119 años.

Este cambio se dio, debido a los intereses contrarios e irreconciliablesde dos grupos: el de ganaderos y aficionados que buscamos en el puyazo el lucimiento del toro sin mermar su condición física; y el de matadores y picadores, a quienes interesa restarle fuerza y peligro al toro… y en ésta pugna, han prevalecido los intereses de los segundos, en detrimento del espectáculo y del toro.

Una frase muy repetida cada festejo taurino es: “El varilarguero colocó un puyazo en todo lo alto”, pero, ¿es en verdad lo más alto del toro? O es ¿en el hoyo de las agujas (que tampoco existe), o un puyazo trasero y caído?, porque lo más alto del toro es lo alto del morrillo, donde antiguamente se realizaba el puyazo chorreando la vara e incluso un poco delantero para detener o desviar la embestida del toro, antes de llegar al embroque con el caballo que en ese entonces no tenía peto protector. 

En el sitio anatómico donde actualmente se realiza y con la dificultad que implica colocar el puyazo en el lugar preciso para ahormar la embestida del toro y descuelgue la cabeza, se producen lesiones que merman considerablemente la condición del toro, muchas veces echándolo a perder y dejándolo inhabilitado para su lidia.

Para poder entender las lesiones que se provocan en una suerte de varas mal realizada, es importante conocer la región anatómica donde se realiza la misma y su función.

Está formada por el musculo trapecio, que tiene forma triangular y plano, que nace en la primera vértebra cervical o atlas, y va hasta ladécimo segunda vértebra dorsal; su vértice inferior se inserta en la escápula u omóplato. A pesar de no existir solución de continuidad, consta de dos porciones. La porción cervical, que va desde el atlas hasta la segunda vértebra dorsal, con inserción inferior en la escápula y la porción torácica, que va desde la segunda a la décimo segunda vértebras dorsales, y por la parte inferior se inserta también en el omóplato. Los músculos en cada lado se encuentran unidos entre sí por un rafe fibroso medio y suirrigación sanguínea proviene de la arteria vertebral cervical profunda escapular.

En ese rafe medio se encuentra el ligamento de la nuca, que sostiene la cabeza, su extremo anterior se inserta en el hueso occipital del cráneo y se continúa hasta las vértebras dorsales y lumbares. Este ligamento es muy fuerte y se divide en dos partes: la primera del cráneo a las vértebras segunda, tercera y cuarta cervicales y la segunda que va del cráneo hasta las vértebras quinta, sexta y séptima cervicales. Este ligamento es el importante si se quiere ahormar la embestida y que el toro descuelgue la cabeza.

Otros músculos importantes son los romboides, que nacen del ligamento de la nuca a partir de la segunda vértebra cervical, hasta la quinta vértebra dorsal. Son músculos largos, gruesos y potentes que se une al cartílago de la escápula, por debajo del trapecio y se encuentran en ambos lados del cuello.

Los músculos romboides y el trapecio son los que conforman el morrillo o cerviguillo; este engrosamiento es un caracter sexual secundario en los machos no castrados y comienza a presentarse entre los dos y medio a tres añosde edad. Estos músculos son retractiles y sostienen la cabeza, aunque ayudados también en menor grado por el músculo esplenio en la parte lateral baja del cuello en ambos lados cuando el toro está en movimiento. Cuando se retrae uno solo, provoca el movimiento lateral de cabeza para ese lado y si actúan simultáneamente y apoyados por el trapecio, elevan el cuello y la cabeza con toda su potencia.

El sitio ideal para realizar el puyazo sin afectar el aparato locomotor del toro, es la parte media del musculo trapecio, a la altura de la primera vertebra dorsal, o sea, la parte media del morrillo “En todo lo alto”. En éste lugar se perfora el trapecio y se lesiona el ligamento de la nuca, que provocará que el toro baje la cabeza; si en puyazo se realiza un poco más atrás, pero por delante del hoyo de las agujas, después de perforar el músculo trapecio, se lesiona el musculo romboides, que propiciará que el toro humille más fácilmente.

La puya actual, tiene una gran facilidad para penetrar no solo hasta el tope, cuando menos 8.5 centímetros, sino mucho más, ya que debe realizarse el puyazo recibiendo, y no cuando el toro ya se estrelló en el peto. Cuando el puyazo es trasero la masa muscular entre las vértebras y la piel es menor, llegando la puya a lesionar las vértebras, ocasionando fuertes hemorragias y lesionando también los discos vertebrales, provocando inflamación del canal medular ycompresión de la médula espinal, que se traduce en dificultad de movimiento de los miembros locomotores, y dependiendo del lugar del puyazo, pueden ser los anteriores oposteriores. 

Si el puyazo se realiza trasero y caído, como los músculos que cubren la cavidad torácica no son muy gruesos, se puede lesionar la pleura y perforarla, ocasionando el colapso de los pulmones o una parte de ellos, provocando que el toro pierda la movilidad al no tener capacidad de respiración y se agote rápidamente por el esfuerzo que tiene que realizar durante la lidia; incluso, que se aplome y solo tire arreones para defenderse.

Cuando el puyazo se realiza en el hoyo de las agujas, se provoca una hemorragia severa, ya que se lesionan las arterias del tronco costocervical, que son gruesas. Aquí haré un paréntesis para aclarar también algo importante: La hemorragia por muy abundante que parezca, no afecta la vitalidad ni movilidad del toro, ya que su volemia (que es la cantidad de sangre que tiene un toro) en un animal de 550 kg de peso es de aproximadamente 37.5 litros (75 cc por kilo de peso) y la sangre perdida en la suerte de varas no suele ser mayor de 3 litros, lo que es menos del 10% del contenido total de sangre.

Aclarado esto continuamos; si el puyazo es caído y a la altura de los omóplatos, es muy seguro que se lesionen los nervios procedentes de la médula espinal y que salen de la tercer vertebra dorsal para inervar los miembros anteriores. El toro al salir de éste puyazo pierde las manos y claudica momentáneamente; aunque puede recuperar la movilidad, ya no lo hace con la misma facilidad y velocidad, y a veces, queda aplomado, imposibilitado para la lidia.

La suerte de varas es una asignatura pendiente de resolver, ya que es de las suertes más criticadas por los animalistas, e incluso por algunos taurinos cuando no se efectúa como debe ser y en el lugar que debe ser. En ocasiones se reconoce con sonadas ovaciones un puyazo sostenido sin bombear ni tapar la salida del burel, aguantando, pero en mal sitio, muy trasera o muy caída… y eso no es un buen puyazo. El puyazo no es aguantar la embestida de un toro bravo y fuerte, evitando el tumbo del caballo, pero colocando la vara donde caiga, y en muchas ocasiones, se vuelve a llevar el toro al caballo y el varilarguero se desquita dándole duro.

Debemos exigir que se realice esta suerte con toda su belleza e importancia, como dicen los reglamentos taurinos y en el sitio anatómico correcto para lograr el objetivo de ahormar la embestida del toro y que descuelgue la cabeza, sin hacer tanta sangre, ya que los tendones y ligamentos, no tienen venas entre su tejido.

Es un hecho que no se puede ordenar dos o tres puyazos por reglamento con el tamaño de las puyas actuales, pero debemos empezar porque los encuentros con el caballo sean breves y el puyazo sea en el sitio correcto, y si no se logró, que se saque al toro y se ponga nuevamente en suerte.

El varilarguero debe frenar al toro con la vara antes de que llegue al caballo, que equivaldría a realizar mejor la suerte, ya que actualmente la mayoría de las veces se deja que el toro se estrelle en el peto y ahí se acomoda la puya, pero cuando el toro es bravo mete la cabeza en el vientre del caballo, se tapa el morrillo y solodeja ver de la cruz para atrás, propiciando que el puyazo sea trasero y si hay pelea, que sea trasero y caído la mayoría de las veces.

Si se realiza la suerte de varas como debe ser y se reduce un poco el tamaño de la puya, se recuperaría la posibilidad de ver un tercio de quites con la intervención de dos o tres de los matadores con el mismo toro como en antaño;ese es el toreo verdaderamente competitivo, ya que, al actuar los matadores con el mismo toro, se aprecian mejor la técnica y cualidades del diestro, pero también sus limitaciones.

Las antiguas tauromaquias y los reglamentos taurinos describen de la siguiente manera la suerte de varas: “El picador ha de situarse en la rectitud del terreno que ocupe el toro y luego que este arranque y llegue a su jurisdicción, se coloca la garrocha en el cerviguillo y se abre al mismo tiempo el caballo por la izquierda, y cargando sobre el toro, lo despide por la cara del caballo o en línea paralela con él” y finalmente, lo más importante, cuando el ganadero tenga la certeza de que su toro va a pasar 2 o 3 veces por la suerte de varas, seleccionará mejor el lote para el festejo y como consecuencia de ello mejorará los encastes, regresando a la bravura, que es la finalidad si se desea conseguir un mayor lucimiento del toro en la suerte de varas y del resto de la lidia en general.

Muchas gracias.

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